16 Μαρτίου 2015

SYRIZA in power, social movements at a crossroads

The dire circumstances in Greece compel the social movements to reposition themselves in front of the SYRIZA government.
first published at Periodico Diagonal

It is commonplace to affirm that the election victory of Syriza is in large measure based on the mobilisation of the social movements of the last five years in Greece. However, this affirmation may help obfuscate the diversity of ideas and demands in Greek society, as well as possibly reinforcing a simplistic conception of a struggle between pro and anti-austerity forces. Although it is a fact that Syriza has been present in the mass mobilisations of the last years, the fundamental factor in the consolidation of its hegemony was its capacity to mobilise the vote of the middle class, convincing the latter that it could reverse the injustices produced by indiscriminate cuts, stop the downward mobility of many and take up again the path towards the material prosperity of the years previous to the crisis.


Within the social movements, however, there are two distinct social imaginaries, complementary and at the same time antagonistic. On the one hand are the movements of citizens affected by the antisocial attacks of the troika, who demand the restitution of the welfare state as an instrument of redistribution, the reinforcement of the state as mediator of social antagonisms and the return of economic growth with the aim of alleviating the poverty and desperation that mass unemployment has provoked. On the other hand, there is a multitude of movements that propose going beyond the state and the capitalist economy as organising principles of social life; movements that have begun to construct radical alternatives here and now based on proximity, solidarity and participation.

10 Μαρτίου 2015

La encrucijada de los movimientos ante el Gobierno de Syriza

La difícil coyuntura en Grecia obliga a los movimientos sociales a resituarse ante el nuevo Ejecutivo de Syriza.
marzo 2015
publicado en Periódico Diagonal


Es ya un lugar común afirmar que la victoria electoral de Syriza se basa en gran medida en las movilizaciones de los movimientos sociales de los últimos cinco años en Grecia. No obstante, esta afirmación puede ocultar la diversidad de idearios y demandas en la sociedad griega, como también puede reforzar una imagen simplista de lucha entre las fuerzas pro y antiausteridad. Si bien Syriza ha estado presente en las grandes movilizaciones de los últimos años, el factor determinante en la consolidación de su hegemonía fue su capacidad de movilizar el voto de la clase media, convenciéndola de que podía revertir las injusticias producidas por los recortes indiscriminados, parar la movilidad hacia abajo y retomar el camino hacia la prosperidad material de los años anteriores a la crisis.



Sin embargo, en el interior de los movimientos sociales hay dos imaginarios distintos, complementarios y a la vez antagónicos. Por un lado están los movimientos de ciudadanos afectados por el ataque antisocial de la troika, que exigen la restitución del Estado de bienestar como instrumento de redistribución, el fortalecimiento del Estado como mediador de los antagonismos sociales y la vuelta al crecimiento económico con el fin de paliar la pobreza y desesperación que el desempleo masivo ha provocado. Por el otro, está una multitud de movimientos que pretenden ir más allá del Estado y de la economía capitalista como principios organizativos de la vida social y empiezan a construir ya alternativas radicales basadas en la proximidad, la solidaridad y la participación.



Por supuesto, los dos imaginarios coexisten en el seno de muchos movimientos y están en fricción permanente. Debates interminables se han producido, por ejemplo, en las asambleas de las docenas de Clínicas Solidarias Autogestio­nadas de Grecia: ¿Es su objetivo tapar los agujeros que produce el rápido desmantelamiento del sistema público de salud o, por el contrario, producir un modelo alternativo de gestión de la salud que vaya más allá de lo estatal?