La medina (ciudad vieja) es un viaje a la vida
económica de la ciudad, cuando uno consigue escapar de las tiendas de artesanía
y regalos dirigidos a los turistas, llega a las tiendas que venden copias:
pantalones, gafas de sol, sombreros, relojes con las anheladas marcas del
capitalismo global, hechos en China para aquellos consumidores de segunda clase
que desean sentir el poder mágico de los símbolos del consumismo, pero no
tienen los ingresos necesarios para adquirirlos. A continuación, tiendas de
artesanos y vendedores de todo tipo de productos y alimentos, y después bazares laberínticos, con puestos de cosas de segunda
mano: ropa, zapatos, artículos para el hogar. Y, por último, los talleres de
artesanos donde se puede reparar cualquier cosa que esté desgastada o rota,
desde televisores y zapatos hasta muebles y ropa. Una interesante mezcla de
consumismo occidental y la "cultura de reparación" que existe en
países como la India, donde no existe el concepto "usar y tirar", sino
las cosas se reparan, se usan y se vuelven a reparar.
Primavera Árabe
Los activistas
árabes hablan con amargura sobre de las "revoluciones traicionadas" de
2011. En Egipto, el levantamiento popular fue una expresión muy autentica del
descontento de la gente con la extrema desigualdad social, la represión, el
conservadurismo. La revolución se caracterizó por intensa lucha de clases,
huelgas, confrontación con el régimen y la autogestión ejemplar de la vida
cotidiana con la plaza Tahrir como epicentro. Los islamistas de los
"Hermanos Musulmanes" se unieron a los manifestantes de la plaza
Tahrir mucho después, cuando estaban ya seguros de que la protesta tenía apoyo
popular y duración, y que no se comprometía su posición sistémica por su participación.
A través de su poder de movilización y financiación como partido político,
lograron conducir la protesta hacía asuntos religiosos y dejar al margen a los
manifestantes iniciales, quienes tenían serias demandas políticas y sociales. Con las
elecciones, y con la complicidad del ejército que tomó el poder después de la
caída de Mubarak, los islamistas llegaron a conquistar el poder estatal.
Inmediatamente comenzaron la falsificación de la historia de la rebelión y la persecución
de los militantes más radicales. Estos últimos respondieron con iniciativas de
autogestión en los barrios y las comunidades, con la creación de asambleas de
barrio y de redes de distribución de alimentos y energía. En algunas áreas,
como Port Said, los nuevos conflictos dieron
lugar a breves pero extensos experimentos de autogestión después del abandono
de la ciudad por las autoridades. Una parte de los manifestantes de Tahrir se volcó
al juego electoral, con la creación de un frente de grupos y partidos de
izquierda denominado "Alianza Socialista Popular", donde, según algunos participantes, conviven
armoniosamente desde anarquistas hasta estalinistas.
En Túnez, la
historia es similar, con el detalle añadido de que el líder del "Frente
Popular", una coalición electoral de grupos izquierdistas que surgió de la
revolución de 2011, fue asesinado con un disparo en la cabeza hace un mes,
probablemente por los mercenarios del gobernante partido islamista.
El decimotercero Foro Social Mundial
La resistencia global
De estas
reuniones surgieron muchas decisiones de organizar acciones conjuntas, de
estrechar las relaciones entre movimientos, de trabajar más con los sindicatos, pero
también de establecer una red más estable que conduzca a una "cartografía"
de los conflictos y las luchas contra los proyectos mineros. En los pasillos
fuera de las aulas se hicieron muchos contactos que pueden ayudar en la
creación de redes y en la visibilización internacional de las luchas locales.
En cuanto a las
reuniones del movimiento internacional para la defensa del agua, las
conclusiones son similares. El movimiento en la actualidad trabaja en dos ejes:
en primer lugar, trabaja para que las Naciones Unidas reconozcan el acceso al
agua como derecho humano (enfoque basado en derechos) y para generar presión a
los Estados-nación desde arriba, y en segundo lugar, trabaja para reforzar la gestión
local de los recursos hídricos y los servicios de agua (enfoque basado en los
bienes comunes) donde los propios usuarios toman el control de este bien
social. Por tanto, la barrera a la privatización no es ya el Estado (el cual, por
su estrecha relación con el capital internacional esta reducido a brazo
ejecutor de decisiones que se toman a puerta cerrada), sino la comunidad local,
a través de instituciones que permitan la participación y la proximidad
(comunidades locales, municipios, cooperativas, etc.) Esto está codificado en
el lenguaje del movimiento internacional como "la democracia del
agua."
El futuro del Foro
La penetración de
partidos y empresas en el Foro Social Mundial no es algo nuevo, sin embargo no
deja de ser una reunión muy importante para los movimientos y organizaciones
militantes de base, especialmente los del Sur Global. La penetración de las
empresas no supone concesiones en términos de contenido, ya que en general se
pone mucho esfuerzo por desconstruir el discurso dominante del capitalismo: el extractivismo,
el “desarrollo verde”, la deuda, la guerra, la privatización y los cercamientos,
etc.
Criticar el Foro
Mundial no es algo original, todo el mundo lo hace. Las (por los menos) dos
reuniones organizadas para criticar el proceso y explorar su futuro estaban
abarrotadas y los participantes compitieron por lanzar la crítica más radical y
profunda. Independientemente, unos 40 anarquistas de Tunez ocuparon un edificio
dentro del campus y organizaron allá la resistencia al Foro (que no ha
conseguido tener la forma de anti-Foro, es decir, albergar encuentros y
debates, y se limitó a las consignas), y también hicieron una marcha dentro del
recinto del Foro con banderas rojinegras gritando “Forum mundial, forum
capital!”. Lo interesante es que la mayoría de la gente estaba de acuerdo con
ellos y los vitoreaba.
El Foro Social
Mundial, sin duda podría tener menos patrocinadores, y también podría evitar ser utilizado para lavar la cara de gobiernos
"progresistas". Sin embargo es un proceso muy descentralizado e
inclusivo en el cual ninguna organización puede tener un control total. Esto
probablemente tiene sus desventajas, como lo demuestra la presencia de
organizaciones islamistas y nacionalistas árabes en el Foro de este año.
La riqueza del Foro
reside en el intercambio de experiencias, de análisis y de información entre activistas
que luchan contra el ataque capitalista en varios lugares del mundo. Esta
interacción, que acontece más en los “pasillos” del Foro que en sus aulas—ya
que debido a las limitaciones lingüísticas y temporales la mayoría de los
eventos acaban siendo descriptivos y no permiten debate y reflexión- muy a
menudo conduce a la construcción de red y a la coordinación de actividades
entre movimientos geográficamente distantes, que sin embargo luchan contra un
enemigo común. Es una poderosa experiencia para los participantes y requiere
concentración y resiliencia. Como dijo un activista joven tunecino en una de las
reuniones de crítica al Foro, "quizás queda mucho por mejorar en el
proceso, pero yo definitivamente no soy el mismo que era hace 3 días."
Theodoros Karyotis
Abril 2013